El Tribunal Supremo, en sus sentencias de febrero y marzo de 2016, objeto ya de un artículo anterior, ha manifestado que la exoneración de responsabilidad penal de las personas jurídicas vendrá determinada por la existencia de una real “cultura de respeto al Derecho, como fuente de inspiración de la actuación de su estructura organizativa e independiente de la de cada una de las personas físicas que la integran”, y, por otra parte “el no haber incumplido gravemente de los deberes de supervisión, vigilancia y control de su actividad, atendidas las circunstancias del caso”
Ambos aspectos, cultura de cumplimiento y mecanismos de supervisión y control, nos llevan a considerar que las políticas de Compliance, para ser verdaderamente efectivas, han de impregnar el sentido y comportamiento de la totalidad de la Organización, correspondiendo a la mas alta dirección una fuerte implicación en su implementación y desarrollo, amén de, con sus actos y apoyo incondicional a los órganos responsables de velar por su eficacia, dar "ejemplo".
Por lo tanto, un sistema de Compliance solo será efectivo si, realmente, la alta dirección tiene verdadera intención de que lo sea y asume en primera persona, y con efectos ejemplificantes ante la totalidad de la Organización, el cumplimiento de la ley como actitud "natural", indispensable e ineludible y, por lo tanto, cumpliendo y haciendo cumplir.
Una idónea estructura de vigilancia y control del cumplimiento, en la que se implique, en función de sus cargos y responsabilidades, todos y cada uno de los miembros de la Organización, nos mostrará asimismo el grado de implicación de la misma para conseguir alcanzarlos objetivos de un sistema de compliance, extendiendo y procurando una "cultura de cumplimiento" que impregne a todos los miembros de la empresa
Por ello, y a modo meramente ilustrativo de las ideas antes expuestas, podríamos considerar a modo de ejemplo un esquema como el que sigue, en el que pretendemos plasmar gráficamente como, desde la más alta jerarquía, devienen distintos niveles encargados, en mayor o menor medida y en atención a sus funciones específicas, de vigilar y controlar el cumplimiento.